Michael Collins fue el astronauta que orbitó durante horas por encima de la luna mientras sus dos compañeros de tripulación, Buzz Aldrin y Neil Armstrong, daban los primeros pasos de la humanidad en la luna. Su papel es aparentemente secundario, pero en realidad recuerda la importancia de la colaboración al servicio de los grandes objetivos. De la misma forma, en la obra del Señor, los que se quedan atrás orando y apoyando son tan importantes como los que van al frente predicando o están en la obra misionera. Cristo prometió un galardón a los que hacen su trabajo fiel por amor de Su nombre, ya sea que estén obrando tras bambalinas o al frente.