Nuestra misión, como cristianos, es compartir el Evangelio de Cristo, haciendo discípulos a todas las naciones. Pero predicar el Evangelio trae consigo persecuciones por parte de quienes se oponen a la Verdad. Tal como le pasó al pastor brasileño Ricardo Lopes, quien tras evangelizar a casi 110 etnias indígenas en Brasil fue destituido por el gobierno de este país, como jefe del órgano que cuida de las etnias aisladas.