La vacuna contra el Covid-19 ha sido una gran misericordia de parte de Dios, sin embargo, miles de personas seguirán muriendo en el mundo por enfermedades, así como por accidentes, la vejez, etc; todo esto porque el problema básico de la humanidad no es el coronavirus, sino el pecado de Adán que pasó a toda la raza humana trayendo muerte. Por eso, nuestra esperanza debe estar puesta solo en Cristo, quien es la solución al pecado.