Las quejas de David porque no le han pagado la cena de empresa, Víctor pidiendo respeto hacia la privacidad de Aitana como si fueran amigos, y Sergio melancólico ante el paso del tiempo y la evolución de las amistades, patrocinan este episodio, sin duda emocionante. Bueno, no tan emocionante. Aunque hay momentos bonitos. También hay chistes malos. Vaya, como en una cena con amigos.