Había una vez un pequeño zorro llamado Max que vivía en un bosque junto. Max era un zorro muy curioso y aventurero, siempre buscando nuevas experiencias, la mama de max siempre le decía que el tenía que ser bueno y que siempre tenía que ayudar a los otros animales. Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un conejito 

El conejito se veía muy triste y estaba sentadito debajo
de un árbol. Max que recordaba las palabras de su mama se acerco muy lentamente
para no asustar el conejito. Cuando se acerco lo suficiente le dijo. 

Hola como te llamas. El conejito entre lagrimas le dijo que se llamaba Benny y que la mama le había dicho que no hablara con extraños. Max simplemente le sonrio y le dijo que no le tuviera miedo que el también tenia una mama que le decía lo mismo, pero que el solo quería ayudarlo. Benny se calmo un poco y Max le pregunto que porque estaba llorando. Benny le dijo que el había salido a saltar por el bosque, desobedeciendo a su mama y que de pronto se dio cuenta que no sabía donde estaba y que ahora quería volver a su casa donde su familia estaba Max, con su naturaleza amable y valiente, ofreció ayudar a Benny a encontrar a su familia.

Max comenzó a caminar por el bosque junto a Benny y después
de pasar varios arroyos finalmente pudieron salir un poco del bosque y llegar a
una colina. Allí ambos se sentaron a mirar a todas partes pensando que de
pronto Benny podía reconocer donde estaba su casa. Desde aquella colina se veía
claramente la región  que estaba frente
al bosque. De pronto el zorro Max vio que entre los pastizales  había una movimiento extraño. Como el zorro es
muy inteligente supo que algo sucedia allí y levantando a Benny sobre su cuerpo
le indico el lugar donde el prado se movia. Benny miro atentamente y vio como varias
orejitas  saltaban entre el pasto. Era las
orejitas de la mama, el papa y los hermanos de Benny que estaban recorriendo la
pradera en busca de aquel conejo travieso.

Emocionados ambos, Max y Benny corrieron y saltaron hacia
aquel pastizal en busca de la familia pero cuando llegaron ya estos no estaban allí.
Pero como Max era un zorro y tenia muy desarrollado el sentido del olfato comenzó
a olfatear tratando de ver por donde se habían ido los conejitos familiares.  Y encontró rápidamente el rastro. Y asi justo
antes de que se hiciera de noche los dos aventureros llegaron a una hermosa
madriguera de conejos adornada con flores. Y allí justo en la puerta estaba la
mama de Benny. Desafortunadamente al primero que la mama coneja vio fue a Max e
inmediatamente reconoció que era un zorro y se asusto mucho. Pero en el momento
que iba a cerrar la puerta de la madriguera vio como detrás de aquel zorrito saltaba
feliz una carita que ella reconocería en cualquier parte. Era la cara de Benny.
La mama abandonando entonces todo temor salió saltando hacia su hijito y Benny salió
a abrazar a su mama. Cuando ambos se abrazaron, Max dio media vuelta y se
regreso por el pastizal hacia el bosque. Estaba muy feliz por Benny ya que había
regresado a casa y ahora comprendía las palabras de su mama sobre lo importante
de ayudar a otros. 

De pronto un hada salió de el bosque y se dirigió flotando hacia Max. Y cuando llego a el le dijo. Te he estado observando y he visto como has ayudado al conejito. He de decirte que "Eres un zorro muy amable y valiente, y como recompensa por ayudar a Benny, te regalaré algo que te encantará".

El hada llevó a Max a un punto muy bello del bosque y allí le mostró un gran árbol que tenía una fruta que hasta ese momento Max no reconocia. Era un árbol de manzanas y estaba lleno de rojas y redondas manzanas. El hada tomó una de ellas y se la dio a Max diciendole. Si bien yo se que ayudaste a Benny sin buscar nada a cambio, también se que tu acción merece un delicioso regalo. Aquí tienes un árbol que te acompañara por mu