La Palabra de Dios hace la prueba y nos ayuda a sopesar si lo que hemos aprendido de la Biblia como mensaje de Dios, tanto si es o no es realmente el mensaje de Dios para nosotros. Lo que quiero decirle es que solo porque el mensaje proviene del púlpito de una iglesia, no significa que el mensaje debe ser o tiene que ser tomado como doctrina pura de la palabra de Dios. Así como si usted entra en un Starbucks no significa que es un Frapuccino de Chocolate o solo porque duerme en un garaje no significa que es un Maserati!. Como dice el versículo que acabamos de leer: “El fuego prueba la pureza del oro y de la plata, pero el Señor prueba el corazón” Proverbios 17.3 NTV.

Es aquí en donde en mi vida personal y especialmente cuando comparto la Palabra de Dios delante de ustedes, que mi corazón se llena de alegría pero mi alma tiene temor de no hacer como dice Deuteronomio 4.2 BLE “No cambien ninguno de los mandamientos que yo les he dado de parte de Dios; más bien, obedézcanlos”. Soy humano y puedo llegar a cometer el error de cambiar el mensaje de Dios simplemente por no saber realmente lo que la Biblia dice acerca de un principio en la totalidad de la Biblia.

Por esta razón todos los que pasamos por un pulpito como líderes Cristianos o Pastores debemos asistir a un instituto Bíblico o por una Universidad para saber y estudiar a profundidad la Biblia. No podemos permitirnos que nuestras iglesias sean dirigidas y están centradas en el carisma de una persona, sino que por el contrario que nuestras iglesias estén fundadas en la Palabra de Dios y no en la del hombre. No acepte el mensaje de Dios de alguien si es nuevo en la fe, ni tampoco por alguien que no tiene ningún conocimiento probado de estudios serios de la Palabra de Dios. Cada libro que está dentro de la biblia no es un libro independiente, sino que por el contrario, los libros de la compilación de la Biblia son tomados como un todo, apegado al relato y lo que Dios ha querido decirnos desde el libro de Génesis hasta Apocalipsis. Por lo cual quiero que recuerde estos tres principios cuando está aprendiendo acerca de la Palabra:

La Biblia no se contradice, la interpretación que nosotros le damos se puede contradecir, por lo cual: debemos estudiar y conservar el mensaje puro de la Palabra de Dios para nosotros. Para que en el momento en el que se presente una aparente contradicción, sepamos descifrar “el enigma” y saquemos la verdad de Dios

Debemos filtrar todo lo que nos enseñan de la Palabra de Dios. Todo tiene que ser pesado y pasado por un filtro o por una prueba de veracidad para saber si este mensaje está de acuerdo con el relato total de Biblia, es decir: debemos ver cada palabra que se nos habla, cada video que vemos acerca de la Biblia, todo mensaje que escuchamos por la Radio, por una prueba, ya que es un mandato de Dios para nosotros hacerlo, pero especialmente…

Debemos Escudriñar y conocer bien la Palabra de Dios; Escudriñar significa: Examinar algo con mucha atención, tratando de averiguar las interioridades o los detalles menos manifiestos, así como pasar algo por un microscopio para ver lo que a simple vista no salta a nuestros ojos. En otras palabras “Leamos y estudiemos la Biblia” para que no seamos engañados, ni, especialmente, burlados por aquellos que se dicen ser mensajeros de Dios cuando realmente no lo son.