Tuvimos la grata fortuna de compartir con el baterista Peter Erskine, en el Jardin de las Flores, ubicado en las afueras de París, resultando en un encuentro por demás agradable y gratificante.

Compartir con los músicos que conocemos a través de grabaciones, resulta ser una experiencia inolvidable, sobre todo cuando el artista deja por fuera el ego y sabe proyectar el agradecimiento por el encuentro con sus fanáticos y seguidores.