El próximo viernes 24 de junio termina el ultimátum que el Ayuntamiento de Getxo ha dado a los miembros de Ibar Nagusien Etxea para abandonar el que se ha sido su "hogar del jubilado" desde 1.987. En 2013 comenzaron las presiones para que este colectivo abandonara este edificio, de unos 1.500 metros de superficie y un acogedor patio interior al aire libre. Les ofrecen un espacio de unos 300 metros cuadrados en la Kultur Etxea de Romo hasta que se construya el nuevo edificio, definido como "espacio intergeneracional". Al parecer, en esta construcción convivirían personas mayores, jóvenes en busca de vivienda y personas con gran discapacidad.
Especulación urbanística
Los socios de Ibar Nagusien Etxea se oponen al derribo del edificio porque "va en contra de la filosofía de la Carta de Amsterdam". El propio Colegio de Arquitectos Vasco Navarro elaboró en 2015 un informe que defiende la protección de los espacios y edificios relacionados con la historia y la vida de las personas. Algunos arquitectos han señalado que "tirar lo que vale es una actitud de nuevo rico paleto". No tienen claro qué uso se le va a dar: "Primero iban a construir viviendas. Ahora dicen que va a ser un edificio de usos intergeneracionales. Llevan años cambiando de opinón sobre el futuro de este espacio".
Acusaciones a políticos
Desde Ibar Nagusien Etxea señalan a los sucesivos gobiernos municipales de PNV y PSOE como responsables del empecinamiento en derribar este edificio. Es de propiedad municipal, pero gestionada por los propios socios con sus cuotas y una subvención. Organizan cursos, actos culturales, excursiones y charlas. Han acudido al Ararteko. En su informe, señalan que no hay ninguna razón que justifique privarles de este espacio. Sobre todo desde el punto de vista de la calidad de vida de las personas mayores. Por ello, convocan a una manifestación mañana miércoles a las 20 horas que recorrerá las calles de Romo.