Tras dos siglos de vigencia del servicio militar obligatorio, los jóvenes pudieron abandonar definitivamente los cuarteles militares un 30 de diciembre del año 2001. Esto fue, en gran parte, gracias a la campaña de insumisión que llevaron a cabo muchos hombres de la época.

Precisamente, hemos tenido la oportunidad de charlar con Luis García, uno de los 10 primeros insumisos que ingresó en la cárcel y que cumplió un año de prisión en Basauri.
Los insumisos se desnudan
Debido al vigésimo aniversario de la abolición del servicio militar obligatorio, personas insumisas -y activistas de la Koordinadora Antimilitarista Kakitzat- han conmemorando el fin de la "mili", desnudandose frente a la sede del Gobierno Militar de Bilbao.

Los activistas denuncian el despilfarro que supone destinar este año 22.796 millones de euros al gasto militar. Por otra parte, también rechazan que el Gobierno Vasco subvencione, vía presupuestos, con 100 millones de euros la industria militar vasca.
Cantidad de insumisos
En total, 25.000 jóvenes se declararon insumisos. 12.000, en Hego Euskal Herria, de los cuales 1.670 terminaron en la cárcel.

A pesar de lo que pueda parecer hoy en día, la insumisión no fue un camino fácil. El ejército puso en marcha toda su maquinaria hasta el punto de que algunos insumisos como Unai Salanueva o Kike Mur pagaron con su vida la abolición del servicio militar obligatorio.