Un grupo de trabajadores de urgencias del Hospital Universitario Cruces se ha organizado en el grupo de trabajo “Gurutzetako Langillen Asanblada”, para activar una profunda reflexión y visibilizar la realidad tangible. Su objetivo es hacer un análisis de situación del servicio, con idea de generar propuestas de mejora. Entre las situaciones que denuncian, destacan que se  atiende a una media de 2 a 12 pacientes en los pasillos del servicio.. Además, se asisten de 2 a 4 accidentes graves y pacientes con lesiones críticas de asistencia inmediata  (Accidentes laborales, de tráfico…). Y hay que añadir el número creciente de pacientes psiquiátricos sin las garantías de seguridad o personas con sospecha o confirmación de Covid, que permanecen en una sala de la urgencia un  tiempo elevado sin supervisión sanitaria por falta de profesionales.
Personal "quemado"
Maialen Akarregi, enfermera del servicio de urgencias en Cruces, asegura que los profesionales están "estresados, cansados, desilusionados, quemados. No podemos dar lo mejor de nosotros mismos y más bien se denota una desafección al puesto de trabajo". El personal de urgencias trabaja en condiciones ingratas y no se garantiza el cuidado eficiente de los pacientes. Por lo que quedan expuestos a posibles incidentes de seguridad clínica. Defienden una Sanidad Pública de calidad y han hecho llegar sus reivindicaciones a la dirección del hospital. La falta de personal no se puede solucionar con parches y solicitan equipos especializados en urgencias. Pero con los actuales tipos de contratación lo único que se consigue es que los profesionales busquen trabajo fuera de nuestras fronteras.