La mitad del consumo anual de helados en España tiene lugar durante los meses de junio, julio y agosto. Se han consumido 149 millones de litros de helado entre junio de 2020 y mayo de 2021. Ello supone un 4 % más que en el mismo período del año anterior. Este producto es para muchas personas una opción idónea para refrescarse en los momentos de calor. Pero la profesora colaboradora de los estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, Adriana de la Garza, asegura que un consumo habitual de helados ultraprocesados no es la elección más saludable para hidratar el cuerpo. Además,  sus elevados niveles de azúcar incrementan la sed en lugar de quitarla. Los helados tienen un alto contenido en azúcares  (sacarosa, glucosa, etc.).  Representa como mínimo un 20 % o un 30 % de su peso total. Dos bolas de helado pequeñas o un polo de hielo contienen unos 25 gramos de azúcar. Éso equivale a cuatro cucharadas de postre de azúcar. Estos 25 gramos de azúcar representan la cantidad máxima de ingesta diaria recomendada por la OMS. Desde la Universitat Oberta de Catalunya se recomienda reducir al máximo el consumo de este tipo de azúcares que se encuentran en los helados ultraprocesados.
Helados y diabetes, ¿compatibles?
Según Andrea de la Garza, los niños y adultos con diabetes tipo 1 pueden comer helados en verano, pero es importante que tengan en cuenta el tipo y los componentes del producto. Por supuesto, aconsejan leer la etiqueta nutricional para saber qué componentes tiene y qué tipo de edulcorante utiliza. Sin embargo, remarcan que los helados caseros o artesanales son los más recomendables, ya que normalmente contienen alimentos de calidad y se tiene en cuenta la cantidad de azúcar durante su elaboración.