El cuarteto californiano de Trash Metal lo dio todo en San Mamés el pasado domingo. Ésa es la opinión mayoritaria de los asistentes a la cita. 45.000 espectadores se dieron cita para disfrutar de Metallica, convertidos ya en mitos del rock más duro. José Luis Blanco "Whiteman" y May Madrazo estuvieron allí y nos lo han contado. El grupo se identificó con el público desde el primer momento, aunque la calidad del sonido resultó desigual. Quizá por ello se esmeraron en hacer una despedida épica del estadio, con lanzamiento masivo de púas incluido y saludos individuales desde el escenario. No faltaron los grandes éxitos del grupo, aunque la clásica "Whiskey in The Jar" se echó a faltar.
El sonido de San Mamés, una asignatura pendiente
El nuevo estadio de San Mamés no para de dar disgustos a los amantes del rock. Desde el desastre del concierto de los Guns and Roses, las quejas por el sonido del concierto de Fito... Algo pasa con el sonido en San Mamés. El público de pista se ha quejado de la calidad del sonido, mientras que en las gradas sí se escuchó mejor. Pero el desastre se produjo al final del concierto, durante la interpretación del Master of Puppets. Un himno que se vio interrumpido por un corte en el sonido. Y el grupo se disculpó y volvió a ejecutar la pieza. Una situación impensable en un concierto de esta categoría.