May Madrazo se ha dirigido a la Gran Vía de Bilbao para conocer si los paseantes se han dado cuenta de que hace semanas que un extraño pringue hace que las suelas de los zapatos se queden pegadas al asfalto. La mayoría de los encuestados desconocen la causa de este fenómeno. Lo que sí saben es que se mancha el calzado, que las zapatillas deportivas de los chavales tardan mucho tiempo en desprenderse de esa sensación de “pegado” y de ruidos incómodos. Y que incluso si te sientas en un banco de la Gran Vía se te puede manchar la ropa. La culpa la tiene un incómodo okupa del tilo, un pulgón que segrega una melaza en tal cantidad que mancha el suelo. Hemos visto a los servicios de limpieza municipal esmerándose en la limpieza. Pero los bichitos no descansan. Comunicado oficial del Departamento de Obras y Servicios del Ayuntamiento
La pegajosidad de la Gran Vía y otros lugares se debe a la melaza que segregan los pulgones y, en estas fechas, regularmente hay una gran eclosión de pulgones. Cuando la cantidad de melaza es importante, comienza a gotear desde las hojas al suelo. El nivel de infestación va decayendo a medida que los pulgones son atacados o parasitados por sus enemigos naturales.La melaza se va deshaciendo mediante lavados de agua, tanto en árbol como en el suelo. Los pulgones aparecen en otras especies si bien son especialmente numerosos en tilos, tulipaneros y algunas especies de arce.El Ayuntamiento no hace tratamientos con fitosanitarios, realiza una función de limpieza con agua y algo de jabón que tiene un pequeño efecto insecticida, en el árbol, además de la correspondiente limpieza en el suelo