Sheila LaBarre no tuvo una infancia sencilla. Creció en un pequeño pueblo de Alabama y desde muy pequeña sufrió abusos sexuales por parte de su padre y los amigos de este.

Poco después de graduarse se casó con Ronnie Jennings pero el matrimonio fue mal desde el principio. A los pocos años de casados, pidió el divorcio de su marido el cuál se negó durante mucho tiempo. Durante este periodo de disputas con su marido, Sheila LaBarre fue internada en un centro psiquiátrico después de que intentara suicidarse. Estando interna, sufrió abusos sexuales.

Tras salir del psiquiátrico consiguió el divorcio de su primer marido y se mudó a Epping en el estado de New Hampshire. Consiguió trabajo en la clínica del chiropráctico Dr. Wilfred Bill LaBarre. Comenzó entonces una relación sentimental con su jefe que duró poco. Pasaron a tener una relación estrictamente de casero e inquilina. Vivieron juntos durante años e incluso Bill le cedió un poder notarial para que pudiera controlar la granja de caballos que poseía y que le ayudaba a cuidar. Sheila fue mas allá y a pesar de la mala relación que tenían, se cambió el apellido por el de Bill. Durante el tiempo que compartieron techo, Sheila volvió a estar casada y era frecuente verla con diferentes parejas, razón por la que discutía mucho con Bill.