La fe y la política, explicó Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, durante la homilía el domingo del Bautismo, del Señor, 10 de enero, en la Iglesia Catedral San Pedro de Matagalpa. Asimismo hizo la diferencia entre católicos políticos y políticos católicos, por lo tanto propuso tres postulados.


La fe es al anuncio de un mundo más humano con los valores del Reino: la verdad, la justicia, la paz, la libertad.


La política, es y debe ser, el arte de la civilización, del progreso de los pueblos hacia una sociedad justa y solidaria.


Se entiende entonces cómo la fe y la política se relacionan profundamente. Y se entiende claramente cómo la fe ilumina la política y la conciencia política. La fe ilumina desde el Evangelio la conciencia social de los políticos.


Hoy como ayer, insistiremos que para nosotros es más importante un católico político que un político católico, porque cuando nos encontramos con católicos convencidos de su fe, de los principios evangélicos y de aquellos éticos y morales que proceden del Evangelio, buscará como llenar de todos estos valores su actuar y su proceder y entonces indudablemente buscará también la paz, el progreso, la justicia social y una convivencia fraterna, fundamentada en códigos éticos, donde se respetan las diferencias de cualquier tipo. Será un político que ame la vida, que promueva la vida y defienda la familia. Sin embargo cuando nos encontramos con políticos católicos, estos corren el riesgo de anteponer su ideología, o su partido, al bien común del Evangelio. Incluso podrían terminar eclipsando su misma fe sumergidos en un mundo de confabulaciones y alardes que ya no miran al pueblo sino sus propios intereses.