Los anticuerpos en pacientes de COVID-19 se debilitan significativamente un mes después del alta ha dicho la revista científica Plos Pathogens tras publicar un importante estudio sobre el tema


Los resultados del estudio destacan la necesidad de una cuidadosa selección de las muestras de sangre de los pacientes recuperados usando pruebas de neutralización de anticuerpos antes de la transfusión a otros pacientes afectados por COVID-19, en caso de que se quiera usar la llamada terapia de plasma.


Ya que, según el estudio, tres o cuatro semanas después que los pacientes que participaron del ensayo salieron del hospital, la actividad neutralizante de los anticuerpos recogidos de ellos disminuyó significativamente, lo cual indica que los pacientes de COVID-19 pueden ser susceptibles a una reinfección de coronavirus.


Además los pacientes graves de COVID-19 mostraron una gran cantidad de anticuerpos sin capacidad neutralizante, lo cual, según los investigadores, podría contribuir a un fortalecimiento de la infección relacionado con los anticuerpos.


II. En pausa avance de importante vacuna contra Covid-19


La farmacéutica AstraZeneca ha decidido interrumpir su ensayo clínico para lograr una vacuna contra la COVID-19 porque uno de los participantes sufre “una enfermedad potencialmente inexplicable.


Se ha definido esta decisión como una acción de rutina que sucede siempre que hay una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos mientras se investiga más, se establece la pausa para asegurar la integridad de los datos obtenidos en los estudios.


El vocero de la farmacéutica, citado por medios locales, aseguró que se “está trabajando para acelerar la revisión de ese incidente único con el objetivo de minimizar cualquier impacto potencial en los planes del ensayo”.


AstraZeneca tenía previsto tener su vacuna disponible para el primer semestre de 2021 y es considerada como una de las más avanzadas del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).


Esta es la vacuna que había desarrollado AstraZeneca, con sede en Cambridge (Reino Unido), junto a la Universidad de Oxford y cuya eficacia se estaba experimentando en EE.UU., Brasil y Sudáfrica después de que el ensayo dió resultados positivos en sus fases iniciales, cuando se probó con mil personas en el Reino Unido.