“El Adviento es un tiempo cargado de esperanza y liberación, muy significativo en estos momentos para los nicaragüenses, de esperar tiempos nuevos, mejores tiempos, es un tiempo de buscar los cielos nuevos y la tierra nueva que el Señor nos promete no sólo en su segunda venida sino desde ya al hacer las buenas obras. El Adviento nos levanta nos pone en pie y nos ayuda a pensar en un futuro que es ya presenta, porque las cosas gloriosas del reino del cielo son una fuerza interior que nos hace ponernos de pie y levantar la cabeza para seguir trabajando con nuestro granito de mostaza fortaleciendo la vida interior, la vida personal, para hacer una gran fraternidad entre nosotros, entre los de a pie, entre los de la calle, levantándonos entre nosotros y siendo buenos samaritanos”.


“Entre los nicaragüenses hemos de practicar con urgencia la espiritualidad del buen samaritano”, indicó.