Los lenguajes van y vienen. Algunos tienen lo que se necesita para llegar a la cima, pero solo unos cuantos se quedan en las alturas. Perl logró un ascenso impresionante, tuvo una caída silenciosa, y parece que ya encontró su lugar en el mundo de la programación. Parecía que el destino de Perl era dominar la web. Michael Stevenson y Mike Bursell nos explican que su diseño lo volvía ideal para los inicios de la web. Conor Myhrvold nos habla del lema del lenguaje: “Hay más de una forma de hacerlo”. Y Elizabeth Mattijsen nos cuenta de que a pesar de sus fortalezas, los largos ciclos de desarrollo disminuyeron su crecimiento. Además, John Siracusa explica que aunque ya no es el lenguaje más importante, tiene su propio nicho de uso.

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