Quince años de vida y filmación en las colonias francesas de África prepararon a Jean Rouch para una empresa única: narrar las aventuras y desventuras de un puñado de inmigrantes de Níger en Abidjan, un próspero puerto de Costa de Marfil, que resulta ser cualquier cosa menos una tierra prometida. En el papel, Moi un noir puede ser clasificado como documental, pero— al permitir que sus propios protagonistas eligieran nombres y roles que los identificasen frente a las cámaras (y que tomaron de las películas que habían visto)— la cinta supera todos los límites del género para transformarse en algo que el realizador bautizó como "etnoficción": una mirada del mundo y las cosas que emerge transfigurada por el uso de elementos y estructuras provenientes de la ficción. La intuición de Rouch no sólo resultó correcta al predecir la actual ruta del documental, sino también en el marco del devenir de la cultura: ya bien internados en el siglo XXI, podemos comprobar hasta qué punto el suyo era un instrumento ideal para dar cuenta de la otra "colonización", esa que proviene de las marcas, del espectáculo y la publicidad. De esto y otras cosas se habla en este podcast.