Creadas a partir de las durísimas experiencias de infancia y adolescencia vividas por su realizador, My Childhood (1972), My Ain Folk (1973) y My Way Home (1978), ocupan un lugar clave en el cine británico de principios de los años 70 no sólo porque adelantan temas sociales que cineastas como Leigh, Clarke o Frears harían suyos en plena era Thatcher, sino por lo especial y único del talento de Bill Douglas a la hora de exponerlos en pantalla. La precisión, el rigor y la distancia que Douglas aplica al momento de plasmar estos recuerdos recuerda, a ratos, la frontalidad del mejor cine mudo, la inmediatez de Rossellini, la plasticidad abstracta de Bresson. ¿Cómo es que alguien consigue esto de golpe, en su segundo filme y luego sólo redobla y triplica la intensidad en la misma dirección? De eso y otras cosas se habla en este podcast.