Antes de ser bautizado como el "Hitchcock francés", Henri-Georges Clouzot probó sus credenciales en una serie de tres filmes en clave policial: El asesino vive en el 21 (1942), Le corbeau (1943) y Quai des orfèvres (1947). La primera y la última dan testimonio de gran imaginación, ojo para la creación de personajes y plasticidad de su puesta en escena. Le corbeau, sin embargo, es otra cosa. Filmada y estrenada en plena ocupación nazi de Francia -y producida, además, por una productora creada especialmente por Goebbels- la cinta es uno de los testimonios definitivos en torno a la sordidez de la delación, la violación de las confianzas públicas, y el deterioro de la convivencia. Clouzot estaba jugando con fuego, y esas llamas queman a sus personajes, a la audiencia y a él mismo. De eso y más se habla en este podcast.