Filmada en menos de una semana y con un presupuesto minúsculo, justo al final de la Segunda Guerra, Detour solía considerarse como un perfecto antecedente del film noir y las películas de Serie B, pero la obra maestra de Edgar G. Ulmer ha demostrado ser más plástica, polisémica e influyente de lo que sus "descubridores" creían: en la historia de Al Roberts, un pianista que encuentra el infierno durante un viaje a dedo entre Nueva York y Los Angeles es posible encontrar las huellas del expresionismo alemán, la gran depresión, la incipiente cultura del "drifter" y los cuentos fantásticos centroeuropeos. No extraña que se haya convertido en punto de referencia para numerosos cineastas, escritores e interesados en personajes malditos y destinos trazados. De eso, de Ulmer y más hablamos en el poscast.