Tras casi una década de planificación, preproducción, intentos de sabotaje y polémicas asociadas más a su director que al filme mismo, J'Accuse -la nueva película de Roman Polanski- emerge como una extraordinaria lección de puesta en escena, recreación del pasado, actuación dramática y descomposición institucional (del ejército francés). Malas noticias para quienes han querido asimilar la película a una suerte de jugada deshonesta donde el realizador aparece como víctima. La película no es sobre las culpas de Polanski, sino sobre la enorme dificultad que la justicia tiene para lidiar con el status quo, con lo que no cambia. Por corrupción, por comodidad, por mala conciencia. De eso y más hablamos en este podcast.