Un grupo de obreros alemanes van a realizar una obra a Bulgaria. ¿Qué puede salir mal? Depende. Siempre está la posibilidad de que este extrañamiento sea una excusa para la desinhibición. Siempre está la posibilidad de que no todos los obreros asuman la experiencia por igual. Con algo de pulso documental y sin actores profesionales, la cineasta apela a recursos mínimos para aludir al rol de Alemania en Europa del Este (como Toni Erdmann, de Maren Ade, productora de Western) y también para perfilar a un personaje enigmático que paulatinamente sale de las sombras para los espectadores y para él mismo.