Treinta años después de su estreno, Tetsuo, The Iron Man sigue viéndose vertiginosa, extrema y llena de una energía que se desborda en diversos significados y lecturas que pueblan sus densos 66 minutos de duración: lucha de clases, homoerotismo, el temor a la posesión, el mito del homúnculo y la tecnología como amenaza, son algunas de las claves que después se repiten en... algo que no es una secuela ni un remake, pero que tropieza un poco al mezclar más ingredientes en la juguera. El resultado no es tan bueno, pero igual pesa.