El odio mediático y social, la violencia política y en las redes sociales, la estigmatización de diferentes colectivos con la letra K y la obscena persecución a Cristina Fernández de Kirchner tuvieron su escala máxima en el atentando a la vida de la vicepresidenta, y son los principales elementos que expresan una nueva revancha clasista. Editorial de Alfredo Zaiat en Cheque en Blanco #AContramano