La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista siguió, fotografió y recopiló información sobre los familiares que buscaban desesperadamente saber qué había pasado con los 44 tripulantes de un submarino de la Armada Argentina que se hundió días antes de volver a tierra. Sin embargo, para la Cámara Federal porteña esos elementos no constituyeron un caso de espionaje. Sentenciaron que no fue delito. La Cámara Federal, formada por dos jueces colocados a dedo por Macri en esos cargos y otro juez denunciado por sus visitas a la Quinta de Olivos al expresidente, aseguraron impunidad a Macri.