¿Pragmatismo, rendición o derrota? Parecen ser opciones posibles para calificar el zapato chino en que anda metido el gobierno al patrocinar un proyecto de Ley que no los convence y que puede suponer retrocesos relevantes en los estándares democráticos que se esperan en pleno siglo XXI.

Pero la opinión pública está brava, y parece que nada ni nadie ataja el juego de “quien da más” a la hora de ofrecer más militares y policías en las calles para atajar la creciente sensación de inseguridad generalizada.

Una discusión que llegó para quedarse y que amenaza con ser el inicio de una profunda desafección con sus bases más fieles, para Boric y su gobierno.